
Hacia tiempo que el pequeño hombre en el saber indagaba, porque, entre otras cosas, habia encontrado que el blanco no siempre es blanco ni el negro, negro.
Con su afan por delante, en uno de tantos caminos encontro a un anciano que le hablo de un lejanolugar cercado de montañas donde cada uno de sus habitantes era un sabio.
Maravillado de tal pueblo, se puso a buscarlo hasta que sus ojos sonrieron por hallarlo.
Mas, cual centinela, a al entrada habia un letrero que decia:
"PROHIBIDA LA ENTRADA SI NO VIENES CON EL OIDO ABIERTO, CON EL CORAZON EN LA MANO Y CON LA VERDAD EN TUS LABIOS."
Y el pequeño hombre regreso sobre sus pasos.
Se regreso porque, entre otras cosas, habia aprendido que la sabiduria, antes de discernir, y en muchos de los casos despues de hacerlo, no debe prohibir.

No hay comentarios:
Publicar un comentario